Exitoso traslado del espejo de 8,4 metros de Rubin al interior del observatorio
El espejo primario/terciario combinado de 8,4 metros de Rubin fue trasladado por primera vez al piso de mantenimiento del observatorio. Con este traslado, el espejo está oficialmente “en casa” dentro del edificio principal del observatorio, donde se quedará por el resto de la construcción y a lo largo de los diez años de la investigación científica de Rubin. El espejo —que aún no se le ha aplicado recubrimiento y sigue siendo un vidrio en blanco— llegó a Cerro Pachón en mayo de 2019 y, desde entonces, estuvo almacenado en una bodega fuera del observatorio. Todo este tiempo estuvo embalado de forma segura dentro de una caja de transporte/almacenamiento para protegerlo de daños, y el pasado 7 de marzo, el equipo de montaña cargó esa caja en un camión especializado para hacer el corto (~ 600 metros) pero importante trayecto desde el edificio de almacenamiento hasta el interior del observatorio.
Este emocionante traslado fue en realidad el segundo movimiento importante que ocurrió en la cumbre la semana pasada. Primero, el equipo de transporte tuvo que sacar del observatorio la réplica de espejo de acero de 8,4 metros para hacer espacio al espejo de vidrio. El exitoso traslado del espejo sustituto de acero del 6 de marzo sirvió de ensayo —casi en reversa— para el traslado del espejo de vidrio al día siguiente.
Ambos traslados se llevaron a cabo con Javier Cortés, la misma empresa que transportó el espejo hasta la cumbre desde el muelle de embarque en Coquimbo tras su llegada a Chile a mediados de 2019. El equipo de Seguridad en la cumbre de Rubin también desempeñó un rol clave en los eventos de ambos días, asegurándose de que se siguieran todas las normas de seguridad y de que todo el personal involucrado completara la capacitación y preparación adecuadas.
Si bien el traslado de los espejos se completó en solo dos días, fueron necesarios muchos meses de planificación y semanas de preparación del sitio para garantizar un desplazamiento sin problemas entre ambos edificios, especialmente para el delicado espejo de vidrio. También hubo que idear estrategias adicionales para “encajar” la caja del espejo en el abarrotado piso de mantenimiento del observatorio. Para hacer espacio, la estructura de soporte de acero del espejo tuvo que trasladarse temporalmente a la plataforma elevadora vertical (también conocida como ascensor de equipos). El personal de Rubin lo comparó con jugar al Tetris ¡pero con unos bloques muy grandes y de formas extrañas!
Ahora que el espejo llegó sano y salvo al observatorio, se retirará de su caja de almacenamiento —mediante un dispositivo de elevación por vacío hecho a medida— y se preparará para el proceso de recubrimiento en la cámara de coating de Rubin. Dentro de unas semanas se publicarán noticias e imágenes del proceso de recubrimiento del espejo.