Historia
A veces, las grandes ideas comienzan como bocetos en una servilleta, y el Observatorio Rubin es una de esas ideas. A principios de la década de 1990, un grupo de científicos comenzó a planificar un nuevo telescopio que impulsaría la astronomía y la astrofísica más allá de cualquier otro telescopio construido hasta el momento. En las primeras conversaciones de lluvia de ideas, se centraron principalmente en la materia oscura: ¿Qué podríamos aprender sobre esta misteriosa materia invisible con un telescopio que podía ver más que cualquier otro telescopio en la Historia? El concepto de este "Telescopio de Materia Oscura" evolucionó durante los años siguientes y cobró impulso cuando un informe de 2001 del Comité de Estudio de Astronomía y Astrofísica, "Astronomía y Astrofísica en el Nuevo Milenio (en inglés)", lo recomendó como una iniciativa importante. Para entonces, este telescopio se llamaba "Telescopio de sondeo sinóptico de gran apertura" y los científicos estaban entusiasmados con su potencial para responder a todo tipo de preguntas científicas, además de preguntas sobre la materia oscura.
Este nuevo telescopio sería capaz de detectar objetos muy débiles. Catalogaría el 90% de los asteroides cercanos a la Tierra, lo que ayudaría a evaluar la amenaza de un impacto con la Tierra. El telescopio también podría captar imágenes de los objetos más débiles y/o más distantes en nuestro Sistema Solar que nunca antes, lo que podría ayudarnos a comprender más acerca de cómo se formó el Sistema Solar. Y sería excepcionalmente capaz de detectar eventos temporales, como supernovas, que son fáciles de pasar por alto a menos que los científicos busquen en el lugar correcto en el momento correcto. Lo más emocionante es que los datos de este telescopio estarían ampliamente disponibles tanto para los científicos como para el público, por lo que más personas que nunca antes podrían explorar el Universo y hacer descubrimientos.
Convirtiéndose en una realidad
En 2003, se creó LSST Corporation como una corporación sin fines de lucro para apoyar el proyecto. La actividad de diseño y desarrollo fue apoyada por la Fundación Nacional de Ciencias (NSF por sus siglas en inglés), financiamiento de fundaciones privadas, donantes individuales y contribuciones de miembros, subvenciones a universidades y apoyo en especie de los laboratorios del Departamento de Energía de EE. UU. (DOE por sus siglas en inglés) y las instituciones miembros. El proyecto recibió un impulso crítico en 2007 de los multimillonarios del software Charles Simonyi y Bill Gates, quienes prometieron $20 millones y $10 millones de dólares, respectivamente, para desarrollar los espejos del telescopio. En ese momento, el proyecto comenzó a sentirse "real".
El ímpetu siguió creciendo después de que el telescopio fuera priorizado en la Encuesta decenal de 2010 (en inglés), un informe oficial publicado cada diez años que recomienda las prioridades de la próxima década en astronomía y astrofísica. El proyecto, ahora llamado Large Synoptic Survey Telescope (LSST), pronto recibió fondos federales de la NSF y el DOE, y luego avanzó a todo vapor.
Comienza la construcción
En 2015 se llevó a cabo una tradicional ceremonia de colocación de piedra en Cerro Pachón, en Chile, para conmemorar el inicio oficial de la construcción. Todo tipo de personas que estaban entusiasmadas con este telescopio asistieron al evento, ¡Incluida la presidenta de Chile! En el mismo año, en el Laboratorio Nacional del Acelerador SLAC (por sus siglas en inglés) en California, comenzó oficialmente la construcción de la cámara de 3.200 mega píxeles en el corazón del telescopio.
Durante los años siguientes, la construcción de diferentes partes del sistema de observatorios continuó en diferentes lugares del mundo: la cámara en California, la estructura de acero del montaje del telescopio en España, el espejo secundario en Nueva York y las instalaciones del observatorio en la cima de Cerro Pachón en Chile. En 2018 todo empezó a encajar, tanto los espejos como la montura del telescopio llegaron a Chile y fueron transportados a la cumbre.
Un nuevo nombre
En este punto, el proyecto todavía se llamaba Gran Telescopio de Rastreo Sinóptico, pero en diciembre de 2019, una ley del Congreso de EE.UU. confirmó nuestro nuevo nombre: Observatorio Vera C. Rubin. Este nombre honra a una connotada astrónoma estadounidense y reconoce las contribuciones de las mujeres a la astronomía y la astrofísica. El Observatorio Rubin fue la primera instalación astronómica importante financiada con fondos públicos en los Estados Unidos en llevar el nombre de una mujer.
Actualmente, el Observatorio Rubin todavía está en construcción, pero hemos entrado en la emocionante fase de integrar todos los componentes del telescopio y probarlos cuidadosamente para asegurarnos de que el telescopio funcione como se supone que debe hacerlo. Siga visitando este sitio web para obtener las últimas actualizaciones e información sobre cuándo el Observatorio Rubin comenzará a hacer ciencia.