¡Alerta!
El cielo nocturno está lleno de objetos que cambian la intensidad de su brillo o se desplazan por nuestro Sistema Solar, pero si no miramos en el lugar correcto al momento adecuado nos los perderemos. Sobre todo aquellos que están lejos o no emiten mucha luz. El Observatorio Rubin fue diseñado específicamente para detectar cambios en el cielo a gran escala y alertarnos de cada uno de ellos. Rubin automáticamente compara las nuevas imágenes con las más antiguas para detectar alteraciones en la posición o el brillo de un objeto, y genera una alerta por cada cambio observado. Si una estrella explota o un asteroide se mueve por el cielo, ¡Rubin lo captará en el acto!
Hay un par de razones por las cuales el Observatorio Rubin es particularmente bueno en la detección de cambios. En primer lugar, el telescopio se mueve tan rápidamente que vuelve a visitar la misma zona del cielo luego de unas pocas noches, lo que significa que puede captar con frecuencia imágenes de los mismos objetos. En segundo lugar, la potencia de captación de luz y la sensibilidad de la cámara del Observatorio Rubin garantizan que incluso los cambiantes objetos tenues o lejanos activarán una alerta. La combinación de velocidad y potencia de imagen del Rubin le permite detectar mucha acción: ¡se generan cerca de diez millones de alertas cada noche! Esta serie constante de alertas se denomina “flujo de alertas”.
Pero ¿se imagina recibir diez millones de alertas en su computador o en su teléfono? En cambio, las alertas del Observatorio Rubin se dirigirán a "intermediarios comunitarios": sistemas de software que absorben, procesan y envían alertas astronómicas de Rubin y otros sondeos a la comunidad científica en general. Estos intermediarios agregan datos contextuales adicionales a cada alerta. Esto puede incluir asociaciones cruzadas con catálogos de archivos en otras longitudes de onda, análisis de curvas de luz para identificar características temporales y clasificación en tipos mediante inteligencia artificial. Toda esta información permitirá a los científicos identificar y priorizar objetos de interés para observaciones posteriores.
Las alertas de Rubin serán públicas; cualquier persona podrá acceder a ellas visitando el sitio web de uno de los intermediarios comunitarios de Rubin. Los científicos filtran estas alertas según sus intereses de investigación; por ejemplo, un científico que estudia asteroides cercanos a la Tierra puede utilizar las herramientas creadas por el intermediario para identificar y centrarse en las alertas relacionadas con estos asteroides. Mientras tanto, Rubin seguirá barriendo el cielo en busca de más acción.

